Nominación Liebster Award



¡Qué flipe!

Resulta que gracias a JackieRueda y sus fantásticos cursos (ya voy por el tercero) he conocido a un grupo estupendo de compañeras que nos apoyamos entre todas y con las que poder compartir información interesante sobre la blogosfera (¿se escribe así?)
Allí me he empapado de conocimientos y he aumentado la lista de lectura de blogger y también de Feedly y ahora, como última novedad, gracias también a ese grupo de mujeres valientes y generosas, he recibido una nominación de Liebster Award: premio que se otorga a blogs con 200 o menos seguidores. ¿Que si me hace ilusión? ¡Pues claro! Pero también me haría ilusión tener algún que otro seguidor… En este momento en que escribo ¡¡¡ESTOY A CERO!!! ¡Jaja! Pero eso no me desanima, sé que estoy empezando y que tengo camino (largo, por cierto) que recorrer para aficionar lectores y que se mantengan fieles porque mi esfuerzo y mi trabajo aquí les guste.
Por lo tanto, hago mención de gratitud muy especial a quien me ha nominado para el premio, que es una mujer muy divertida y aplicada (lo digo por cómo avanza con sus layouts de scrap), Sonia. A ella, lo mismo que a las nominadas que hay más abajo, les deseo suerte, que no pierdan las ganas y el empeño y que se mantengan siempre con esa frescura y generosidad que ahora tienen en sus blogs.
Pero primero he de cumplir con las reglas del premio: responder a unas cuestiones sobre mí. En las reglas oficiales hay una lista de 11 preguntas a las que responder pero como sé que además de esas, circula por ahí otra lista de "11 cosas sobre mí" que también me gusta, me voy a dar el lujo-licencia de hacer ambas. ¡Jaja! Me he venido arriba. ¡Jaja! Ahí va:

11 cosas sobre mí/ mi blog (estándar):

1. ¿Por qué te decidiste a hacer un blog? Podría responder muy extensamente a esta cuestión pero lo principal fue que deseaba volver al mundo blogger después de una escapada por la puerta de emergencia unos años atrás. Me quedó la espinita, esto me gusta y me decidí a volver.
2. ¿A quién admiras en la blogosfera? A varias artistas y foodbloggers. Por mencionar alguna, Bea Roque que además, me cae "que te cambas" ;)
3. ¿En qué país te gustaría vivir? En el mío, donde estoy ahora. Sólo que con condiciones mejores. Y de no ser en el mío… En EAU -una temporada-.
4. ¿Por qué crees que te han nominado al Liebster Award? Porque entre "los pequeños" nos apoyamos y me sienten cercana.
5. ¿Cuál es tu mayor éxito? No tiene que ver con el blog, sino con mi vida personal-profesional. Y sé que el mejor-mejor, aún está por llegar.
6. ¿Y tu mayor fracaso? Eso sí que lo puedo decir tranquilamente: la tarta Sacher de la semana pasada. Deliciosa pero fea. Y como esa, alguna que otra más, de sabor estupendo pero nada fotogénica :-/
7. Tu blog favorito: ¡No tengo sólo uno! Pero por nombrar alguno diré que My European Cakes, Luis es el amo. ¡Jeje!
8. ¿Sobre qué te gusta escribir -más- en tu blog? Sobre merengue. Recetas. Merengue. Y más recetas. Y luego más merengue. ¡Ñam ñam! Y si el chocolate se cuela por ahí, bienvenido sea. ¡Jaja!
9. ¿Viajar, cocinar o cantar? Escoge una y di porqué. Viajar. Cocinar ya lo hago a diario y viajar de vez en cuando y me encanta. No, no me encanta. Me encannnnnta, con muchas "enes".
10. Da un consejo, truco o tip que trate de la temática de tu blog o que sea de tu interés/funcione: cocinar prestando atención disfrutando el proceso y comer también atendiendo al placer que proporciona. Ya que comes, que sea todo un gozo.
11. ¿Qué habrá próximamente en tu blog? Recetas de bizcochos y tartas. Pero tras un lapso de vacaciones. Estaré offline aunque no quiera.

11 cosas sobre mí (de libre elección).

1. No creo en la astrología pero si tengo a mano una revista o periódico y me estoy aburriendo, leo mi horóscopo y el de mis parientes. No lo cuentes por ahí que es secreto.
2. Colecciono libretas/cuadernos y no digo el número de los que tengo porque es vergonzoso de lo abultado. Y para colmo, me da pena usarlos. Los estreno (y gasto) cuando no queda más remedio.
3. Me he criado con gatos. Adoro a los gatos. Pero ahora no puedo tener gatos. En el futuro volveré a tener gatos. ¿He usado la palabra gatos demasiado? ¿No verdad? ¡¡Gatos, gatos gatos!! :D
4. Mi marido me hace feliz y para colmo me sostiene para que no me caiga ni me rinda. Figurada y literalmente.
5. Me gusta leer novela pero leo poco. El principal motivo es que si un libro me gusta, trasnocho de forma insana. Y no me gustan las ojeras ni los bostezos. Así que ahora, consulto libros, más que leerlos.
6. Hice "mis pinitos" vendiendo abalorios y manualidades durante la carrera. No me daban beneficios económicos pero sí me hacían sentir fabulosamente creativa.
7. Me cuido poco y lo confieso. Hace mil que no nado, no hago ejercicio ni vigilo mi dieta. Pero tampoco me pesa tanto como para que me haga sentir depre o insegura. Por eso no cambio los hábitos. 2 kg más y a lo mejor la cosa cambia.
8. Si me dan a elegir tortilla española o helado me quedo con el helado. Me gustaría intentar comprobar si se puede vivir alimentándose sólo con helados. ¿Alguien sabe?
9. Mi madre cocina mejor que la tuya. Y no necesito ir a la tele para demostrártelo. Si comes algo hecho por ella, me darás la razón. Casi seguro. ¡Jaja!
10. Pruebo las recetas que cuelgo en mi blog las veces que haga falta antes de compartirlas. No hay nada como ser profesional, auténtico y veraz. Eso es lo que intento ser.
11. Emil tenía que haber sido el finalista y ganador de MChef2. ¡He dicho!

Y eso es todo. Que no es poco. Y ahora, mis nominaciones. Que me han costado porque algunas de las personas/blogs que tenía en mente han recibido ya alguna (o más de una) nominación y porque en algunos de estos blogs, no puedo ver el número exacto de seguidores de "google friend connect".

1. Mi vida en un bowl que hace un esfuerzo enorme publicando en tres idiomas y aportando tanta información y datos interesantes sobre sus recetas y es algo que hay que valorar.
2. Tupper's Moments porque tiene pasión y una gran organización para publicar y dar ideas prácticas.
3. Galetería, porque adoro su blog, el cariñito que le ponen a todo y admiro esa excelente relación madre-hija.
4. Miriam, que de Desde mi cocina hace que nos animemos a cocinar variado y sencillo.
5. Paula con su diybypaula porque los ojos me hacen chiribitas cuando veo las cosas lindas que cuelga y que me hacen desear tener sobrinos ipso facto para ponerlos a jugar a mil cosas.

Y esto es todo. De nuevo gracias por la nominación y el premio. Mi corazoncito se alegra mucho.
Ana

Las cookies de toda la vida

Cookies de chocolate con leche y avellanas


Estas son las cookies de toda la vida. De la mía, quiero decir. Aprendí a prepararlas a los 18 años (junto con unos brownies que quitan el hipo) gracias a una amiga que me enseñó en su casa y me dejó generosamente las recetas.
Son las galletas con las que me animé a encender por vez primera el horno, ensuciar la cocina sin pensar en la pereza que da luego recogerla, mirar embelesada através del cristal de la puerta del horno, las mismas con las que hice amistades, agradecí favores y con las que comencé a conquistar al que hoy es mi marido. ¡Jeje!
Fíjate si confío en la receta, el resultado y el sabor que tienen, que las usé para ligar. ¡Jajaja! En serio. Son fantásticas. No son preciosas, pero son deliciosas.
Y les agradezco mucho mucho que me ayudaran en mis propósitos pero también que esta sea una de las primeras recetas que hice mía transformando y adaptando a mis gustos y que me llevaran -tras unos cuantos años- (nunca se dice cuántos, aunque tampoco soy tan mayor) a estudiar pastelería formalmente. Despertaron mi interés por los dulces caseros, por hacer algo con cariño y por compartir.
¡Me he puesto cursi! Lo siento. ¡Vamos al lío!

Galletas de chocolate y avellanas en frasco de cristal


Cookies de chocolate con leche y avellanas:

Para 50-54 galletitas o 25 galletas:

Ingredientes:

150 gramos de avellanas tostadas molidas (o en granillo)
150 gramos de chocolate con leche troceado en pequeños cuadrados
125 gramos de mantequilla con sal a temperatura ambiente
90 gramos de azúcar moreno
50 gramos de azúcar blanquilla
120 gramos de harina de esponja/flor (self raising)
60 gramos de harina de trigo
2 huevos L a temperatura ambiente

Elaboración:

1. Tener lista la mise en place: pesar los ingredientes, moler las avellanas, trocear el chocolate, tamizar las harinas, cuencos, bandejas y papel de horno, batidora eléctrica con pala, lengua de goma, etc.
2. Precalentar el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Batir la mantequilla en dados con los dos tipos de azúcar en la batidora eléctrica y con pala a velocidad media-alta durante 2 o 3 minutos; hasta que esté floja y ligera.
3. Bajar la velocidad de batido. Añadir los huevos de uno en uno. Esperar a que el primero se haya integrado a la mezcla para agregar el siguiente. Batir unos segundos a velocidad media-alta y detener el batido.
4. Agregar las dos harinas tamizadas juntas y a la misma vez las avellanas molidas y el chocolate troceado. Mezclar a mano con ayuda de una lengua de goma hasta que esté homogéneo. No es bueno sobre-batir porque la mantequilla se derrite y la masa puede hacerse correosa tras la cocción.
5. Disponer la masa en la/s bandeja/s de horno con ayuda de dos cucharillas para galletas pequeñas o con dos cucharas para galletas más grandes. Las de la foto son pequeñas. Es recomendable ponerlas separadas para que al expandirse en el horno no se peguen entre sí.

Galletitas: 5x4 en cada bandeja
6. Hornear a media altura del horno durante 17 minutos exactos. ¿Por qué 17? Con 15 minutos se obtienen galletas blandas y rubias: para comer en el acto. Con 19 minutos, galletas tostadas y crujientes; como para mojar en leche. Con 17 tendrás galletas doradas en su punto y crujientes por fuera pero suaves en su interior. Y así es como más duran sin perder su punto crujiente y del modo en que antes desaparecen de la lata también, aunque sea una contradicción. ¡Jaja!
7. Pasar las galletas aún en el papel de horno a una rejilla para que se enfríen y se corte la cocción. Una vez del todo frías conservar en una lata, recipiente hermético o frasco de cristal. En mi casa duran poco porque se acaban pronto pero reservando unas pocas he logrado comprobar que duran hasta 3 días sin reblandecerse.

Cookies de chocolate con leche y avellanas


Nota: puedes sustituir las avellanas por almendras o cacahuetes. Incluso enteros. Yo muelo las avellanas porque así se reparten mejor por la masa. Y normalmente doblo las cantidades de todos los ingredientes. Si hago sólo esta cantidad, se quedan cortas para mi tropa y/o compromisos. ¡Cuantas más mejor! :)
También el chocolate es intercambiable con un buen chocolate negro. Con blanco nunca he probado, pero seguro serían mucho más dulces al paladar.

Esta receta que comparto hoy es muy sencilla pero no por eso es de menos valor para mí. Al contrario. Si las haces, espero que las disfrutes tanto como yo y los míos. A mi marido le siguen gustando tanto como el primer día. ¡Triunfarás!

Cookies de chocolate con trozos de avellana macro


Ana.

Macarons de chocolate rellenos de trufa (A.K.A. Ganache) de chocolate amargo y Triple Seco



-Más tarde de lo que esperaba- vengo hoy a compartir la receta de esta delicia. Pero primero voy a explicar el por qué del título de la entrada. Es cierto que el término más popular y que jamás lleva a equivocación (o eso creo) es el de ganache pero a mí me gusta usar trufa porque es su nombre en español.
Lo malo es que cuando decimos trufa, solemos pensar en tiernas y cremosas bolitas de chocolate cubiertas de cacao amargo, trocitos de frutos secos, etc. O no. Quizá tu imagen mental de trufa sea el hongo. ¡A saber!
La cuestión es que la trufa como elaboración en pastelería se refiere a la que está compuesta por nata líquida y cobertura de chocolate y que se usa como relleno o cobertura. Y como el agua, pues ¡tiene tres estados! ¡Sí, sí!... No es broma: cremosa (como la de nuestra receta de hoy y aquí es donde aparece la palabra equivalente/sinónima ganache), compacta (como la de las bolitas llamadas trufas) o esponjosa (montada para después rellenar tartas con ella, en definitiva: nata con sabor, aroma y color añadidos).
¡Ay qué lío acabo de montar! Y para colmo agrego otra opción: líquida (para cubrir tartas, bizcochos, etc. de aspecto brillante y sedoso). Pero esta es más conocida como baño/cobertura/glaseado de chocolate. ¡Que no cunda el pánico! ¡Jeje!

En resumen:
  1. La trufa/ganache cremosa se elabora con partes iguales de cobertura de chocolate y nata (no vale gramos y mililitros, la nata líquida también se pesa).
  2. La trufa compacta tiene mayor proporción de cobertura que de nata.
  3. Y la esponjosa con partes iguales o mayor parte de nata que de cobertura, para poder montarla con varillas.
  4. El proceso de elaboración siempre es el mismo: calentar la nata sin que llegue a hervir y volcarla sobre la cobertura (en gotas o troceada) y emulsionar mezclando (sin introducir aire) con una lengua de goma hasta obtener una crema lisa. Enfriar y una vez fría, si la receta lo incluye, agregar el licor elegido. Cubrir con film para evitar que se cree “piel”. Dejar madurar en el frigorífico 24 horas. Usar directamente o montándola.

Además de cocida, también se puede hacer cruda (derritiendo el chocolate) y la trufa montada lleva una segunda parte en el proceso de elaboración pero hoy no nos atañe, así que no me pondré pesada con esto. Ya vale de teoría por hoy.

Para esta elaboración de trufa, la receta que te propongo es la siguiente:

Tanto por tanto de nata líquida (35% mg) y cobertura de chocolate puro (52% cacao y 32% de manteca de cacao) y finalmente, licor Triple Seco (no tiene por qué ser Grand Marnier o uno caro, el mío es baratito) en una proporción de 1/5. Traducción:

Trufa de chocolate amargo al Triple Seco: (para 30-35 macarons)

Ingredientes:

100 gramos de nata
100 gramos de cobertura
20 gramos de licor. Y quien dice Triple Seco, dice Licor de güisqui (que sí, que se escribe así, no pongas morritos... ¡jeje!), Brandy de Jerez o lo que convenga.

Elaboración:

  1. Tener lista la mise en place: pesar los ingredientes, cuenco, lengua de goma, cazo, film plástico. Manga pastelera desechable con boquilla lisa del 8-10 (para rellenar los macarons)
  2. Trocear la cobertura de chocolate (si son pepitas no es necesario) y disponerlas en un cuenco de cristal o acero inoxidable.
  3. Calentar la nata líquida en un cazo a fuego medio controlando que no hierva.
  4. Una vez caliente volcar con cuidado la nata sobre la cobertura y comenzar a remover despacio.
  5. Al principio tendrá apariencia de haberse cortado, pero según removemos se produce la emulsión de las dos grasas y logramos una textura brillante y sedosa. Dejar de remover.
  6. Esperar a que enfríe. Comprobar con el tacto. Añadir el licor (si se desea). Remover un poco más.
  7. Cubrir a ras la crema con film plástico y pasar al frigorífico. Utilizar 24 horas después.
  8. IMPORTANTE: esta receta lleva una pequeña cantidad de ingredientes, si fuera el doble, el triple... Sería necesario cambiarla del cuenco a una fuente para lograr un espesor de 1cm y que enfríe y endurezca antes y una vez en la fuente, cubrirla con film de la misma manera que si fuera en el cuenco.

¿Que porqué cobertura y no chocolate de tableta? Porque la proporción de sólidos de cacao, azúcar y manteca son diferentes a las de la cobertura y por ese motivo, la elaboración puede quedar polvorosa, no emulsionar... En definitiva: casi seguro que queda mal.

Y si no quieres licor, pues no hay problema alguno. No se añade y ya está. Todos tan tranquilos :)



Ya dejé un post con la teoría infalible de los macarons para que sean siempre perfectos. Y por eso, ahora te daré los ingredientes de la fórmula y los pasos básicos sin reiterar lo que ya está en ese post.

Para 60-70 conchas: (30 o 35 macarons)

Ingredientes:

150 gramos de almendra molida fina o harina de almendra
150 gramos de azúcar glas
40 gramos de cacao amargo en polvo
55 gramos de clara de huevo

Aparte:
40 gramos de agua mineral
150 gramos de azúcar blanquilla
55 gramos de clara

Elaboración:

  1. Tener lista la mise en place: pesar los ingredientes (las claras ya lo están desde días antes), tamizarlos; cuencos, varilla, lengua de goma, termómetro, cazo, batidora eléctrica con varillas, tamiz, manga pastelera desechable con boquilla del 10-12, bandejas de horno (2 preferiblemente), papel sulfurizado/de horno, etc.
  2. Una vez tamizadas la harina de almendra con el azúcar glas, agregar el cacao en polvo tamizado al mismo cuenco (procurar que sea uno grande) y mezclar con ayuda de un tenedor o varilla manual. Una vez esté bien mezclado tendrá un aspecto parecido al cacao soluble infantil.
  3. Añadir los 55 gramos de clara sobre esta mezcla seca pero NO REMOVER. Dejar aparte.
  4. En un cazo calentar el azúcar blanquilla con el agua mineral para elaborar el merengue italiano. NO REMOVER mientras se cocina.
  5. Comprobar la temperatura de este almíbar y cuando pase de 100ºC comenzar a batir a velocidad alta los otros 55 gramos de clara en la batidora eléctrica.
  6. Cuando el almíbar alcance los 118ºC quitar del fuego, reducir la velocidad de la batidora a la mitad y volcar en forma de hebra el almíbar sobre las claras montadas. No pasa nada por tardar en hacerlo, es mejor que caiga finamente a que caiga a golpes y en demasiada cantidad.
  7. Al acabar de añadir el almíbar, subir de nuevo la velocidad de la batidora al máximo hasta que la consistencia del merengue sea dura y brillante. Batir hasta que baje su temperatura a 50ºC.
  8. Pasar el merengue al cuenco de las almendras y comenzar a mezclar (macaronage) con cuidado, movimientos envolventes, comenzando desde el centro del cuenco y girando hacia los bordes. Mover el cuenco en el sentido contrario al que removemos con la lengua de goma. No mezclar demasiado ni con demasiada energía porque podría hacer que la masa quedara muy líquida y no apta para formar las conchas.
  9. Pasar la masa a la manga pastelera preparada con boquilla lisa redonda (yo siento preferencia por la del 10) evitando las burbujas de aire. Sujetarla con firmeza.
  10. Escudillar los círculos sobre la bandeja preparada con papel de horno y hacer un cuarto de vuelta a la vez que dejamos de apretar para evitar las puntitas.
  11. Dejar reposar 30 minutos antes de hornear para que se sequen en la superficie. Precalentar el horno a 180ºC transcurridos los 20 primeros minutos.
  12. Hornear todos a la vez (probablemente dos bandejas si aprovechamos bien el espacio) o en dos tandas (mi caso, porque actualmente sólo tengo una bandeja lisa para el horno y una sola rejilla). Preferiblemente a altura media del horno. Transcurridos los primeros 8 minutos abrir y cerrar el horno para que escape vapor y repetir transcurridos los 10 minutos.
  13. Pasar con el papel, a la mesa de trabajo. Esperar a que enfríen para despegarlos. Sujetarlos con delicadeza por todo el contorno y a la vez que levantamos, girar un cuarto de vuelta.
  14. Utilizar sobre la marcha o refrigerar en un recipiente hermético hasta su uso.


Y una vez pasado todo este trabajo de delicadeza y perfección, concluir rellenando y ensamblando tal como aparece en el post que antes mencioné, porque no solo es importante la cocción, sino el acabado del macaron. Luego solo quedará tener un poco de paciencia para que el relleno y las conchas lleguen a su punto ideal de textura y sabor y disfrutarlos mucho tras todo el esfuerzo que requieren.

Mas adelante compartiré mi receta de mermelada de frutos rojos (la que aparece en las fotos del artículo teórico) porque también es una excelente opción como relleno. Aunque se puede hacer con mermelada no casera. ¡Que las hay muy buenas en el súper! :)



¡Buen provecho!

Ana


Blogging tips
Blogging tips